Los días 9, 10, 11 y 12 de mayo en nuestra escuela se celebraron las II Jornadas de sensibilización de las discapacidades a través de los deportes. A través de estas queremos dar a conocer a nuestro alumnado como se viven las discapacidades a través de los deportes. Hemos realizado, talleres, lecturas, juegos y conferencias con deportistas olímpicos ... para acercar al alumnado de nuestra escuela de una forma lúdica y dinámica  este trabajo tan importante. 

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Os dejamos este artículo resumen de estas II Jornadas de sensibilización. 

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Nervios, ilusión, empatía, grupos, correderas ... De esta manera comenzaron las Segundas Jornadas de sensibilización sobre las discapacidades en la escuela. Todos los cursos esperaban con inquietud el inicio de esta semana para conocer de cerca algunas discapacidades como la ceguera o la paraplejia.

Para entender cómo es la vida de las personas que tienen diversidad funcional es imprescindible que nos ponemos en su lugar. Por este motivo, en cada prueba los niños tenían que ponerse en situación: llevaban los ojos tapados para simular la ceguera, iban en silla de ruedas como las personas parapléjicas ....

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Las actividades eran muy diversas y permitían a los alumnos pasarlo muy bien jugando, pero al mismo tiempo conocer las dificultades con que se encuentran en su día a día las personas con discapacidades.

Hacer circuitos sin ver nada o teniendo visión reducida utilizando el bastón blanco era emocionante, tenías que tener cuidado de no tropezar, pero hacerse preguntas era inevitable: como lo hacen las personas ciegas para ir por la calle? El resto de personas las ayudan? Está la ciudad adaptada a sus necesidades?

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Los más pequeños pudieron comprobar lo importante poder ver, jugar a juegos de adivinar sólo utilizando el sentido del tacto o del gusto no es nada fácil.  

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Jugar al baloncesto con sillas de ruedas es mucho más difícil de lo que parece: como se puede estar pendiente del balón y de la silla? que se puede hacer si caes?

La boccia es un deporte mucho más difícil de lo que parece a priori, parece mucho a la petanca, pero las personas que juegan tienen discapacidades totales o parciales en las extremidades. Por ello, los niños tenían que jugar sentados en la silla, pero era muy difícil coger impulso para lanzar el balón sin levantarse: como lo hacen los deportistas? como se impulsan? ...

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Todos los juegos y actividades provocaban en los niños la necesidad de cuestionar su entorno, la ciudad,  para comprobar si tiene en cuenta las diversidades funcionales de todas las personas que viven allí. Esta reflexión personal y colectiva surgía del acercamiento de realidades desconocidas, vivenciándolas y compartiéndolas.

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Las Jornadas de sensibilización sobre las discapacidades han permitido compartir con los compañeros de curso experiencias de situaciones que no nos son cercanas pero de las que tenemos que ser conscientes para conocer los esfuerzos que hacen las personas que sufren alguna de las diversidades funcionales que hemos tratado.

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En la escuela aprendemos jugando, entendiendo los unos a los otros, siendo empáticos con lo que tenemos a nuestro lado, compartiendo y comprendiendo las características individuales de cada uno. Entre todos cada día aprendemos a ser un poco mejores.